Desde el principio, Las Grecas impactaron con una propuesta musical algo disparatada, que mezclaba elementos de la cultura popular española y del rock. Del flamenco y de Jimi Hendrix (a quien admiraban). Por ejemplo, en 1973 adaptaron la copla 'La zarzamora'. El ambiente escénico que las impulsó era tradicional: Manolo Caracol y Lola Flores las ayudaron, dándoles la oportunidad de estrenarse en sus respectivos tablaos, Los Canasteros y Caripén. Entre los espectadores y admiradores de sus primeras actuaciones, figuraron Paco de Lucía y Camarón.
El productor José Luis de Carlos se fijó en ellas, y las condujo hasta la grabación de su primer disco, titulado Gypsy rock. Doce meses después, la apoteosis de 'Te estoy amando locamente'. Y discos como Mucho más, tercer álbum y, ya en 1977, Casta viva. Sus éxitos llevaron por título 'Amma immi', 'Así así' (el garrotín), 'Tic tac', 'Anabalina', 'Soy la que sufre por tu amor'? Los platós de Televisión Española fueron uno de sus hábitat, y los telespectadores se habituaron a observar sus movimientos y sus breves vestuarios.
Sin embargo Las Grecas no lograron prolongar su buena estrella. En adelante, la historia de Las Grecas deriva en un relato muy desgraciado, en especial por lo que respecta a Tina, la hermana mayor, se la diagnosticó en 1983 una enfermedad mental, esquizofrenia paranoide, llegó incluso a dar una puñalada a su hermana Carmela, que emigró a México y no volvería hasta 1990. Tina pasó por la cárcel y por diferentes centros psiquiátricos, malvivió en las calles de Madrid hasta el extremo que llegó a dedicarse a la mendicidad. «No podíamos hacer carrera de ella. Sus últimos años fueron un continuo deambular por centros de acogida, no quería nuestra ayuda, vivía de la caridad, durmiendo muchas noches en la calle», declaró su hermana. Finalmente, el 30 de enero de 1995, Tina falleció a los 38 años.
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